El Camino te conduce
a un maravilloso desierto
Muy buenos días navegantes, ya tenéis disponible el audio del
último encuentro de la Brújula, con Dora: “Descubriendo el Amor que Somos”.
Os dejo también un video recibido recientemente: El Amor en palabras.
https://www.youtube.com/watch?v=o4iPTO_bBIc
Os adelanto que el día 5 de noviembre, por zoom de 19:00h a
21:00h, nos acompañará Alejandro Gallo, Biodescodificador y Curso de Milagros.
https://www.alejandrogallo.net/
El camino te conduce a un maravilloso desierto
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El camino te conduce
a un maravilloso desierto,
a lo ancho y largo,
sin límite se extiende.
El desierto no tiene
ni lugar ni tiempo.
de su modo tan sólo él sabe.
Nota: Sin Camino- La Vía Directa-
No hay nada, nada , nada,
como bien nos contaba otro místico posterior, San Juan de la Cruz.
No el camino mundano de
conseguir cosas, de las que ya obtuve suficiente placer, y en igual medida
dolor. Ni el camino del cielo, en el que quise ser la buena, hacer buenas
obras, camino también conocido, en esta historia llamada Cristina.
Un desierto que como
continua Eckhart:
nunca por nadie pisado,
el sentido creado
jamás allí ha alcanzado
es y nadie sabe qué es.
Está aquí y está allí,
está lejos y está cerca,
es profundo y es alto,
en tal forma creado
que no es esto ni aquello.
Es luz, es claridad,
es todo tiniebla,
innombrado,
ignorado,
liberado del principio y del fin,
yace tranquilo,
desnudo, sin vestido.
¿Quién conoce su casa?
Salga afuera
y nos diga cuál
es su forma.
Nota: Mucho hablamos, leemos, escuchamos, de Amor, de la
Consciencia, del Absoluto, si bien como tan poéticamente expresa Eckhart, no es
alcanzado y nadie sabe qué es, si hay alguien que se atribuya la experiencia
,de ese bien.
Está más allá de todo pensamiento, palabra, sentimiento, forma, y
a la vez tan íntimamente cerca… No se puede nombrar ni como esto ni como aquello…
¡hazte sordo y ciego!
Tu propio yo
ha de ser nonada,
¡atraviesa todo ser y toda nada!
Abandona el lugar, abandona
el tiempo,
¡y también la imagen!
Si vas sin camino
por la senda estrecha,
alcanzarás la huella del desierto.
¡Oh alma mía,
sal fuera, Dios entra!
Hunde todo mi ser
En la nada de Dios.
¡Húndete en el caudal sin fondo!
Si salgo de ti,
tú vienes a mi,
si yo me pierdo,
a ti te encuentro,
¡Oh Bien más allá del ser!
Hacernos niños, para entrar en el Reino de los Cielos, el niño inocente que es sordo ya que lo que escucha, no lo juzga ni etiqueta, que es ciego, ya que está vacío de todo significado a la imagen que ve, que su yo es tan insignificante, que ni siquiera se nombra como yo, no hay identificación alguna y permanece en un mar de experiencia con el Todo, sin separación
Y como bellamente transmite, no puedes salir, ¿donde irías, que no esté?
La maravilla que acompaña este Sagrado Instante,
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