Desde nuestra Realidad absoluta

     Los momentos que estamos pasando nos parecen conflictivos y preocupantes, pero desde nuestra Realidad absoluta no ocurre nada puesto que estamos en el Espíritu y lo que vemos es ilusorio.

      Nuestra percepción es la de vivir en un mundo con una serie de percances que nos alteran, y desde esa creencia podemos trascenderlos sabiendo que todo lo que aparentemente ocurre es para una finalidad determinada que no podemos comprender de forma racional pero siempre conduce a un fin superior.

    Es una buena oportunidad para interiorizarnos, ver lo que no nos gusta de nosotros mismos y dejar fluir nuestra voz interior, que se manifiesta a través de la intuición, para vaciar nuestros conflictos y quedar en armonía.

    Estando en armonía se produce en el cuerpo una frecuencia de vibración alta que expande y emite, por ello quienes se encuentren cerca también se sienten bien aunque no haya palabras de por medio.

    En este estado ningún agente patológico puede afectar a la persona ya que su vibración lo impide, por tanto es la forma más perfecta para evitar enfermedades.

Pere Picañol